domingo, 29 de mayo de 2011

Up

El Hombre Valiente entregaba su historia de forma ordenada, con datos y fechas, aunque su corazón latía en cada sílaba. Y la vida estaba ahí, empapando cada una de sus palabras, dando forma a las negritas, haciendo llorar en los puntos suspensivos... pero -y eso es lo asombroso- él quitaba importancia a cada batalla a medida que las iba ganando, quizá porque el auténtico enemigo no está enfrente más que cuando nos miramos en el espejo. Y esa es la batalla para la que más valor se requiere.


Por eso, no fue el brillo de una fiesta o la letra de una canción. Tampoco las palabras de elogio o las sonrisas en las fotos; ni siquiera una imagen en televisión. Todo eso era -sin querer desmerecerlo- solo el envoltorio de lo que vi.

Lo que vi fue al Hombre Valiente, con una leve sonrisa en la cara, encaminarse tranquilo hacia su próxima victoria.

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miércoles, 25 de mayo de 2011

#Yoconfieso

Que la primera frase siempre es la que más me cuesta.

Que no soy lo que parezco, que no parezco lo que se ve y que no se ve lo que soy, y mucho menos a simple vista.

Que me gustan las fresas y no la nata.

Que mi interior es un caos ordenado de razón y materia, de risas, de huecos, sensaciones y recuerdos a medias. De palabras casi siempre no dichas.

Que me gusta el verano, el mar, la luz del Sol, las cartas antiguas, los libros de poemas y la cerveza.

Que alguno de los besos no dados que guardo se me remueve cada vez que oigo que te llaman "Papá".

Pero sobre todo, #Yoconfieso que no alcanzo a entender por qué me quieres tanto, tanto, tanto...


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jueves, 19 de mayo de 2011

Thessaloniki

People by Jaime Pérez
People, a photo by Jaime Pérez on Flickr.


Hemos llegado lejos, mi querido náufrago. Dejamos hace ya tiempo atrás el dolor y las noches en vela. Ahora te despierto por las mañanas y tú cocinas para mí, como imaginaba hace un año. Todos alrededor conocen nuestra historia y nos miran contentos. Incluso los que te preocupaban tanto sonríen y plantan árboles y flores en el jardín.


Y tenemos planes. Lugares a los que ir juntos. Lugares a los que ir por separado para luego contarnos el uno al otro. Sitios a los que volver. Cosas que aprender. Libros que prestarnos, películas que ver comiendo palomitas para luego comentar hasta altas horas. Viajes que planeamos hacer hace tiempo y que haremos. Tus islas soñadas del Pacífico, mi playa soñada en Brasil...


Por eso no quiero que te preocupes. Que puede que a veces me veas más seria, o más triste, pero que estoy bien. Que tenías razón, tenemos muchos motivos para disfrutar de este momento y los que vengan. Que todavía me verás llorar alguna que otra vez, pero no quiero que pienses que soy desgraciada ni por un momento. Todo lo contrario; soy feliz, mi querido náufrago.


Porque mi vida está llena: de ti y de mí.

lunes, 16 de mayo de 2011

A vuela pluma

Pierdo fácilmente la costumbre de pasear por mi interior, aunque parezca que a veces me disuelvo detrás de mis ojos cerrados. Lo malo es que me urge hacerlo en los peores momentos, y entonces atravieso los caminos de mi cabeza justo cuando se llenan de minas saltarinas y de huecos traicioneros que hacen fallar el suelo bajo mis pasos. Ahora no estoy en esa urgencia, pero hay ratos que me llama esa especie de aventura no tan divertida... y es que me queda trabajo por hacer, a pesar de que me encuentre tan bien bajo el calor de ese Sol suave y constante que me relaja hasta adormecerme aunque nunca haya estado tan alerta.

La pelota se ha encalado de nuevo en mi tejado; sin embargo no tengo ganas de jugar. Ayer -como me aconsejó mi vieja amiga- me dormí intentando hacerle saber que sería bienvenida, pero tengo miedo de acostumbrarme a hablar con ella y que nunca me conteste, porque sé de intentos por oír la nada. Ni siquiera hablo del silencio, porque el silencio presupone la existencia de quien se calla. La nada, en eso consiste. La nada que forme otro de esos malditos huecos en mi interior que esta vez ni siquiera sea capaz de llenar con lágrimas.

Imagen de Toni Castillo en flickr.com

lunes, 9 de mayo de 2011

Huele...

Huele a flores y a hierba cortada. A días largos y soleados. A risas de niños y al ruido de pasos de pies diminutos por la noche. A pelis de dibujos animados. A Colacao con galletas para desayunar. Huele a vuelos en avión, a arena y sal, a gafas de sol y piel bronceada. A comida japonesa. Huele a presente, pero también a futuro, a planes compartidos, a guiños cómplices. A tu olor en las sábanas. A largos abrazos y a sexo por la mañana. A gente en el jardín bebiendo cerveza. A camisetas de tirantes y pies descalzos. A farolillos con velas de colores. A noches de alegría y luna llena.

Huele, sobre todo, a esa calma que nada tiene que ver con la rutina. Esa calma de la que soy tan consciente.

Huele... a nosotros.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Huellas

Haciendo camino by Beni photographe
Hay ocasiones en las que necesitamos mirar atrás para decidir el camino a tomar. Otras veces, sin embargo, es el camino que tenemos delante el que nos descubre los pasos que hemos dado.
Y es cierto que nuestros pasos dejan huellas, pero estas no son necesarias para seguir adelante.

Venga. Vamos a movernos.

Haciendo camino, a photo by Beni photographe on Flickr.

lunes, 2 de mayo de 2011

Yo también quiero verte

Soñadora by Tonymadrid Photography
A la intemperie, igual que yo.

Sacando los objetos que quisiste salvar de debajo del agua. Hablando, en vez de callando.

No necesito un salvador; sencillamente, tú no puedes salvarme de la batalla que estoy librando.

Quiero verte. Y quiero saber si queremos lo mismo.



Soñadora, a photo by Tonymadrid Photography on Flickr.
 
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